Mátenme porque me muero*

Si estas sintiéndote suicida justo ahora, date un chance para leer esto. Sólo te va a tomar cinco minutos.

No sé quien eres o porque estás leyendo esto. Puedo asumir que estás aquí porque estás considerando terminar con tu vida. Preferiría estar contigo en este momento, para sentarnos y hablar sinceramente, cara a cara. Pero como eso no es posible, al menos por ahora, tendremos que hacerlo de esta manera.

Todas las personas piensan en algún momento de su vida en el suicidio y conozco a mucha gente que ha querido suicidarse, así que tengo una idea de lo que debes estar sintiendo. Sé que no estás de humor para leer un largo libro, así que voy a hacer esto lo más breve posible. Sólo necesito que estes conmigo por cinco minutos. No voy a discutir contigo si debes o no suicidarte. Pero si lo estas considerando es porque te sientes bastante mal.

Si has llegado a esta parte puede que eso signifique que estás un poco insegur@, sobre si realmente deseas o no terminar con tu vida. Aún en los momentos más obscuros de desesperación es posible tener dudas sobre si uno realmente se quiere morir o no. El hecho de que aún estas viv@ en este momento significa que aún estas insegur@. Significa que aún cuando te quieres morir, al mismo tiempo una parte de ti quiere vivir. Así que reflexionemos sobre lo siguiente:

“El suicidio no se elige; sucede cuando el dolor es superior a nuestros
recursos para manejar el dolor”

Sentirte suicida no significa que eres una mala persona, no estas loc@, ni eres débil, o estás dañad@. Sólo significa que tienes más dolor del que puedes manejar en este momento. Si comienzo a ponerte peso en los hombros, tarde o temprano te derrumbarás… sin importar cuanto quieras mantenerte de pie. La fuerza de voluntad nada tiene que ver con ello, si pudieses levantarte tú sól@ lo harías.

Puede que escuches comentarios como: “Esa no es suficiente razón para suicidarse”. Pero hay muchas clases de dolor que pueden llevar al suicidio. Que el dolor sea soportable dependerá de la persona. Lo que es soportable para ti puede no serlo para alguien más. El punto donde el dolor se convierte insoportable depende de los recursos que tienes para manejarlo. Y todos tenemos diferentes capacidades para soportar el dolor.




Cuando el dolor excede nuestros recursos, el resultado son sentimientos suicidas. El suicidio no esta ni bien ni mal, no es un defecto de carácter. Es simplemente un desequilibrio entre el dolor y los recursos para manejarlo, como lo ilustra la imagen.








Puedes sobrevivir a los sentimientos suicidas haciendo cualquiera de las dos siguientes cosas: (1) encontrar una manera de reducir el dolor o (2) encontrar una manera de aumentar tus recursos. Las dos son posibles. Sobre esto, hay cinco cosas que quiero comentarte:

1. Necesitas saber que hay gente que sale de este estado, incluso gente que se siente tan mal como tú estás sintiéndote ahora. De hecho hay una gran posibilidad de que vayas a vivir. Espero que esta información te dé algo de esperanza.

2. Toma un poco de distancia. Dite a ti mism@: “esperaré 24 horas antes de hacer algo”, o una semana. Recuerda que los sentimientos y las acciones son dos cosas diferentes, sólo porque sientes que quieres morirte, no significa que tengas que hacerlo justo ahora. Pon distancia entre tus sentimientos suicidas y tu acción suicida. Aún si es por 24 horas. Ya lo hiciste por 5 minutos, tan sólo por leer estas líneas. Y puedes hacerlo por otros 5 minutos si continúas leyendo. Sigue y observa que aún cuando estás sintiéndote suicida, no estás, por el momento, suicidándote.

3. Las personas generalmente piensan en el suicidio porque buscan alivio del dolor. Peeero el alivio es una sensación. Y tienes que estar viv@ para sentir las cosas. Si te mueres, no podrás sentir el alivio que tanto buscas.

4. Algunas personas reaccionarán mal a tus sentimientos suicidas, puede ser porque eso los asusta o los enoja, e incluso puede que aumenten tu dolor en vez de disminuirlo, diciendo o haciendo cosas insensibles a pesar de sus intenciones de ayudarte. Tienes que entender que sus reacciones se deben a sus miedos, no a ti. Pero hay personas allá afuera que pueden ayudarte en este momento y que no te juzgarán o discutirán contigo o te mandarán a un hospital o tratar de convencerte de no sentirte mal. Ellas simplemente cuidarán de ti. Encuentra a una. Ahora. Usa tus 24 horas, o tu semana y dile a alguien lo que está sucediéndote, el simple hecho de platicarlo ayuda a liberar mucho del peso que sientes, y tal vez sea ese el recurso que necesitas para recuperar tu balance. Inténtalo:

• Escoge a algún amigo o a alguien que sepas está dispuesto a escuchar.
• Busca una línea de ayuda en el directorio.
• Llama a un terapeuta.

5. Experimentar sentimientos suicidas es una vivencia fuerte, por lo que aún cuando desaparezcan, debes seguir cuidando de ti mism@. Ir a terapia es una buena idea. También los grupos de autoayuda son una buena opción, seguro hay alguno por donde vives o en la red.

Bueno, han pasado algunos minutos y sigues conmigo, esto pinta bien.

Puesto que has llegado hasta aquí haz de saber que acabas de lograr ampliar tu habilidad para poner distancia (¿recuerdas el punto 2?) bueno, pues al mismo tiempo que has estado leyendo has estado aumentando la distancia entre los problemas y tú ¡y esa habilidad es un gran recurso! Al principio de ésta página hablábamos de que es necesario tener más recursos para manejar el dolor, así que ya tienes uno más de los que tenías antes de empezar a leer y puedes seguir aumentándolos hasta que sobrepasen a las cosas que te causan este dolor.



Ahora, mientras estas líneas pueden haberte dado algún alivio, el mejor recurso que podemos obtener es otro ser humano con quien hablar. Si encuentras a alguien que está dispuesto a escuchar y le dices como te sientes y cómo es que llegaste hasta este momento, tendrás un recurso más. Y no tienes que limitarte a una, hay mucha gente allá afuera que realmente desea escucharte. Es momento de empezar a buscarlas.

Ahora: llama a alguien y mientras lo haces puedes seguir conmigo leyendo sobre el suicidio.


*Post traducido y adaptado del original en Metanoia.